Los esparteros, que fueron superiores, sufrieron un duro castigo
Crónicas de Siyâsa
La suerte les fue esquiva a los ciezanos en la semifinal de la Copa RFEF disputada en el Municipal de Las Torres de Cotillas ante el Racing Murcia FC, que venció por 2-1. El CD Cieza fue dominador desde el principio hasta el final, donde tuvo más el balón y los acercamientos más peligrosos fueron esparteros. Asier Barahona fue un puñal por la banda derecha y encontraba el acceso al área rival, pero sus jugadas no encontraron rematador en varias ocasiones. El primer contratiempo llegó nada más empezar. Javi López tuvo que ser sustituido en el minuto cuatro tras sentir un pinchazo y le sustituyó Chema Lorente.
El CD Cieza era el que más se acercaba al gol. Una doble ocasión clarísima dentro del área fue desbaratada por la defensa del Racing Murcia, evitando en la línea de gol el 0-1. Tras ello, un remate se estrelló en el poste derecho de la portería rival. El gol parecía que llegaría, pero lo hizo en la portería equivocada. Un remate desde fuera del área acabó dentro de la meta espartera materializando el 1-0 con el que se marcharon al descanso.
La segunda parte empezó con un CD Cieza que iría a por el empate, pero un error en la salida provocaría el 2-0. Un jarro de agua fría que no haría bajar los brazos a los esparteros. Edu Luna, en el 65, haría de cabeza el gol de la esperanza tras un saque de falta. A partir de ahí, los ciezanos encerraron a su rival. Carrasco tuvo el empate, pero lo evitó el guardameta murciano. Centros laterales, remates a balón parado, el equipo lo estaba dando todo para lograr un empate que se merecía. En la última jugada un centro al segundo palo acabó en el poste y así se frustraba el merecido empate.
El CD tuvo mala suerte. El equipo dominó, peleó y la tuvo de todos los colores, pero la efectividad fue, esta vez, del cuadro local, al que los esparteros dieron la enhorabuena por su acceso a la final de la fase autonómica de la Copa RFEF. Ahora toca pensar en lo verdaderamente importante, en la Liga, donde tienen puestas todas las ilusiones.